El 2016 ha sido un año lleno de grandes decepciones y grandes fracasos personales. Despido el año y me despido de gente que una vez creí que estaría toda mi vida a mi lado. Las razones ya poco importan. Tengo la sensación de estar a punto de cruzar una puerta y cerrar un circulo. Quizás sea para entrar en otro circulo y cometer los mismos errores de manera diferente.
Es muy posible que la vida sea eso, andar en círculos, salir de círculos, evolucionar, sobrevivir y seguir bailando mientras la música suene.
Un nuevo camino se otea para el 2017. Si fraguará o no el tiempo lo dirá. Tampoco importa, eso no me define.
En esto descubrieron treinta o cuarenta molinos de viento que hay en aquel campo,
y así como Don Quijote los vió, dijo a su escudero: la ventura va guiando nuestras cosas mejor de lo que acertáramos a desear; porque ves allí, amigo Sancho Panza, donde se descubren treinta o poco más desaforados gigantes con quien pienso hacer batalla, y quitarles a todos las vidas,[...]
En esto descubrieron treinta o cuarenta molinos de viento que hay en aquel campo,
y así como Don Quijote los vió, dijo a su escudero: la ventura va guiando nuestras cosas mejor de lo que acertáramos a desear; porque ves allí, amigo Sancho Panza, donde se descubren treinta o poco más desaforados gigantes con quien pienso hacer batalla, y quitarles a todos las vidas,[...]
Aprender eso fue doloroso. Gracias 2016.
Gracias
y
vete a la puta mierda